¿Cuáles fueron las causas remotas que llevaron a Hitler al poder?
Podemos afirmar en gran medida que, el ascenso de Hitler al poder en 1933 fue posible gracias a una serie de causas remotas y eventos que se fueron sucediendo, creando una coyuntura favorable y propicia para la llegada de este al poder.
Por esta razón, es vital remontarnos unos años atrás para comprender el origen de dichas causas. A la hora de establecer las causas remotas, cabe destacar las debilidades que se presentan desde un primer momento en la República de Weimar en Alemania, caracterizada por su inestabilidad política además de la violencia que se exteriorizaba, todo lo cual no ayudaba a formar un régimen fortalecido. Además, la Primera Guerra Mundial desencadenará consecuencias desastrosas, sobre todo para los países que fueron vencidos, entre los que resalta Alemania. Es en este contexto donde surgirá la República de Weimar en 1919, sustentada en un gobierno de coalición que reflejará paulatinamente aquellas debilidades que supondrán el envejecimiento de dicho régimen y el ascenso de uno nuevo, uno totalitario, el nazismo.
En ese marco de 1918, del final de la Primera Guerra Mundial, es predominante la cuestión acerca del pago de las indemnizaciones de guerra, impuesto por el Tratado de Versalles, a las que Alemania tiene que hacer frente una vez terminado el conflicto. Ante la imposibilidad de esta potencia de pagar dichas indemnizaciones, se establecen los planes Dawes y Young, encaminados a ayudar económicamente a Alemania, permitiendo así su reconstrucción. No obstante, estos planes, que a priori están encaminados a beneficiar a Alemania, son vistos por los partidos extremistas como otra de las imposiciones establecidas por el Tratado, lo que derivará en más revueltas y disturbios de las ya existentes.
A todo esto hay que sumarle la caída de la bolsa neoyorquina en 1929 y la consiguiente Gran Depresión, eventos determinantes no solo para Alemania sino también para el resto de los países. La gran depresión supuso un duro golpe para el sistema democrático existente en Alemania. La retirada de los capitales invertidos estadounidenses dio lugar a la quiebra de los bancos alemanes. Se da una subida generalizada de los precios, conocida como hiperinflación, que junto con la desesperación y el desempleo masivo, hizo que los votos dirigidos a los partidos situados en los extremos aumentasen considerablemente. Esto recibirá el nombre de polarización. Es así cómo se crea una coyuntura propicia para que la población vea necesaria la creación de un gobierno fuerte y consistente que saque el país adelante, viendo al partido nacionalsocialista como una respuesta al problema.
Junto con la frágil base política sobre la que se funda la República de Weimar, encontramos numerosas herramientas que estarán a disposición del partido nacional socialista de los obreros alemanes que atraerán a las diversas capas de la sociedad, desde el sector obrero hasta la burguesía. Será un partido de recursos capaz de adaptarse a los cambios producidos en la época.
En esta situación, vemos cómo el todo es mayor que sus partes, en el sentido de que lo más probable es que estos factores por separado no hubiesen desembocado en el ascenso de Hitler al poder, sino que fue la agrupación de todos estos la que hicieron posible este hecho.
Además, con el nombramiento de Hindenburg como presidente, la llegada de Hitler a la cancillería se hizo cada vez más inminente, jugando un papel muy importante, pues ambos mantenían una ideología muy parecida. En efecto, tras varias maniobras políticas y recibir la aprobación de Hindenburg, Adolfo Hitler fue nombrado canciller en 1933.
En conclusión, son una combinación de factores que afectan a la sociedad alemana, destacando el Tratado de Versalles de 1919 y la frágil base política, los que llevan a la gente a escoger al partido nazi como primera opción al ser planteado como aquel capaz de ayudar y sacar a Alemania de aquella situación tan deplorable en la que se encontraba.
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